Bolo pasiego




El Bolo Pasiego, como su propio nombre indica, se juega en las villas pasiegas, en el sur de la región de Cantabria (Vega de Pas, San Pedro del Romeral y Luena).
Su historia es muy desconocida porque prácticamente no hay documentos escritos que nos hablen de su práctica. A pesar de ello se le supone varios siglos de existencia porque hay menciones escritas de la época de Felipe II.

Por sus características similares puede suponerse que tiene un origen común con la modalidad de Tres Tablones que se practica en la zona norte de Burgos, colindante con las villas pasiegas. Además hay mucha tradición de enfrentamientos y desafíos entre partidas de ambas modalidades con motivo de las fiestas de los pueblos (Cabañas de Virtus, Espinosa de los Monteros...). En la actualidad solamente se juega con motivo de las fiestas de los distintos barrios.


El Bolo Pasiego tiene también algo en común con el Pasabolo Tablón y con el Bolo Palma. Se parece al pasabolo en las bolas, de manilla o agarradera, de 4 a 7 kg de peso, y también que los bolos de la fila de¡ medio se plantan sobre un tablón. Con el Bolo Palma coincide en el número de bolos, nueve, y en utilizar un bolo más pequeño que aquí damos el nombre de cuatro porque ese será su valor en caso de conseguirlo, y que el objetivo de¡ juego es derribar un mayor número de bolos, es decir, que ambas son modalidades de derribo. Aunque los bolos no cuentan por el lugar a donde se lancen, está bien visto y es motivo de orgullo mandarlos lo más lejos posible, aunque su valor sea el mismo.


La bolera es un rectángulo de 26 por 6 metros y se divide en tres zonas: mano o tiro, caja y zona de birle. En la caja se coloca un tablón en la fila central sobre el que se arman tres bolos que son los más importantes en el desarrollo del juego.
Las bolas son de agarradera, como las de Pasabolo Tablón. Se lanza dando tres pasos, Los bolos son nueve, cilíndricos de unos 38-40 cm de longitud, realizados en madera de avellano o fresno, preferentemente. Se colocan tres filas de tres bolos pero en ocasiones no se ponen los de las filas laterales dado que es muy difícil tirarlos. Si una bola tira los bolos de la fila central y el de la esquina de la lateral se dice que ha corneado.


El bolo pequeño se llama cuatro porque vale por cuatro bolos cuando se derriba con la bola después de haber cumplido la o las condiciones señaladas por el equipo postre, el encargado de situarlo y valorarlo. Se puede colocar en cualquier parte del birle e incluso arrimado al último bolo (jugar a calva). Así puede decirse que vale con un determinado bolo, o con todos, o con cualquiera, o que vale 6 o 7. Desde la posición de birle no se juega con el cuatro.

El juego comienza sorteando quien es el equipo mano y quien el postre. Se puede hacer de dos formas: lanzando un bolo al aire pidiendo punta o coz, o culo, o con una moneda. El equipo que acierta coge mano y es el que fijará desde donde se iniciará la carrera de tiro. El otro equipo fijará el cuatro y la disposición de bolos, la condición para que tenga valor (con los tres, con dos, con uno determinado, con cualquiera ...)
La partida consta de dos juegos de 30 bolos que se juegan con las mismas condiciones de mano y cuatro. Si hay empate a un juego se iniciará otro, previo sorteo, llamado cabra, en el que se podrán cambiar nuevamente el tiro y el cuatro.


Reglas básicas (aunque pueden variar en los diferentes juegos al carecer de un reglamento común):
El lanzamiento de mano se realizará en línea recta hacia los bolos del tablón central, desde donde haya señalado el equipo mano.
Desde el birle puede lanzarse desde cualquier parte y siempre a la fila central de bolos.
El bolo del medio vale dos, tanto de tiro como de birle, siempre que se derribe solo.
Valen todos los bolos, bien los tire la bola o los otros bolos, pero nunca los que caen cuando el tablón tiembla.
Nunca vale el cuatro solo, tiene que derribarse por la bola y con las condiciones puestas por el equipo postre. Si se dice que el cuatro vale 6, se tienen que tirar dos bolos y el cuatro o también el del medio y el cuatro.
Si un bolo derriba el cuatro antes de pasar la bola, éste no vale aunque haya pasado la bola por encima M lugar en el que estaba plantado.
El cuatro se puede fijar sobre una raya, aunque no es normal. Si una bola no supera la raya del cuatro no se considera válida y tampoco birla (bola mocha).
La forma de tirar no es a pie quieto, como en la modalidad de Tres Tablones, sino con tres pasos o carrera no excesivamente larga como en el Pasabolo Tablón.
El pie correspondiente a la mano que lanza se colocará exactamente en la marca señalada por el equipo mano. Desde allí se debe correr en línea recta paralela al tablón central, sin importar si está frente a él o esquinado.
La bola debe dar su primer golpe sobre el tablón para dar validez a lo bolos derribados. Si no lo hace no cuentan los bolos pero sí tiene derecho a birlar.


La situación actual del Bolo Pasiego, como la de muchas modalidades aquí expuestas, es de abandono y su práctica queda reducida expresamente a los días de fiesta de los pueblos, que es cuando suben los veraneantes y el día que se congregan las familias. La bolera es un centro de reunión ya que allí, además de jugar o ver jugar, se comentan otros temas, se recuerdan viejos tiempos, rememoran viejas hazañas bolísticas, apuestas y otras historias.


También son motivo de animación los concursos, siendo el más importante el que se celebra con motivo de la fiesta de los Santos Mártires en San Pedro del Romeral, que es la localidad que cuenta con más practicantes. En los concursos siempre se juega sin cuatro y se fijan unas rayas o flejes para delimitar el tope de la carrera tanto en la mano como en el birle.



Es un poco triste, pero muy cierto, que cuando estuve preparando este trabajo, visité algunos pueblos para tomar unas fotografías de las boleras y descubrí que algunas han desaparecido, no queda ya ni marca de su pasada existencia, son prados completamente. Y buena culpa de ello la tiene la emigración de los jóvenes a las ciudades en busca de trabajo.


Ahora la Federación Cántabra está haciendo un intento de recuperación de esta modalidad, que también es de Cantabria aunque en el vídeo anterior se decía que solamente había tres, lo que ocurre es que el Bolo Pasiego nunca ha estado federado. Es muy poco conocido debido también al aislamiento propio de los pasiegos, a sus costumbres, pero es un juego muy interesante. Ahora, con la construcción de una bolera en el Complejo de La Albericia, los pasiegos de aquí, de Santander, esperamos reactivar nuestro juego, y desde aquí quiero mostrar mi agradecimiento a la Federación Cántabra por el apoyo a esta iniciativa.


Por último quisiera hacer referencia a algunas boleras de interés:
Bolera de tierra que puede considerarse la primera de Bolo Pasiego. Está situada en el barrio de Candolías, en la Vega de Pas. En ella se juega sin tablón central, con las mismas reglas aunque los bolos están más Candolías, (1,5 con tablón y 2 metros sin tablón).
Bolera de Resconorio, en el municipio de Luena, en la que no se juega mucho. Por las obras de ampliación de la carretera quedó muy estrecha y normalmente no se plantan los bolos de las filas laterales.
Bolera de San Pedro del Romeral, que tiene gradas y es cubierta (bajo la plaza) lo que permite su uso todo el año, aunque solamente se juega en verano y poco, porque no queda gente para practicarlos. Solamente proximidad de la fiesta de los Mártires recupera la actividad.


Se ha dicho que la reglamentación de los juegos, la unificación de normas, les hace perder sus orígenes, pero como ahora estamos puede perderse. Entre una cosa y otra yo prefiero que el Bolo Pasiego no se pierda y confío que este impulso que ahora quiere darle la Federación Cántabra, reglamentando y organizándolo para la competición, permita su recuperación y que se enganchen a él las nuevas generaciones.


Texto: Antonio Martínez (Valencia)


Jugador de Bolo Pasiego